Cada comienzo de año o cambio de estación nos invita a eso: a materializar cambios que sabemos que necesitamos, pero que a veces posponemos por otras prioridades o porque quizá aún no es el momento apropiado.
Una de las características que evalúan las empresas en los candidatos que buscan contratar son aquellas habilidades que complementan su conocimiento: las habilidades profesionales. Entre algunas de ellas podemos mencionar el liderazgo, la solución de problemas, la organización, la comunicación, el pensamiento crítico, el trabajo en equipo, el manejo del tiempo y la adaptabilidad, entre otras. Estas habilidades determinan el éxito en la ejecución de ese conocimiento profesional; sin ellas, la ejecución es parcial y los resultados son limitados.
Las habilidades personales pueden mezclarse con las profesionales, pero aquí quiero detenerme en un tema del que hablé el mes pasado: las virtudes. Mencioné algunas de ellas, como la prudencia, la justicia, la fortaleza, la humildad y la paciencia, entre otras. En este mes, quiero enfocarme en la fortaleza.
La fortaleza se define como “la capacidad moral de ser firme y constante en la búsqueda del bien ante las dificultades, superando el miedo y los obstáculos con resistencia, a través del sacrificio propio”. ¡Esta virtud contiene palabras poderosas!
¿Quiénes han pasado por dificultades y obstáculos? Todos.
¿Quiénes han sentido miedo? Todos.
¿Quiénes a veces no encuentran una salida a esos obstáculos? Todos.
¿Quiénes desean solucionar las situaciones difíciles que se presentan? Todos.
Ahora la pregunta es: ¿cuál es el componente que ayuda a resolver las dificultades de una mejor manera? La fortaleza.
La fortaleza tiene diferentes manifestaciones: fortaleza física, emocional, social, cognitiva, espiritual o de carácter. La fortaleza física, como fácilmente puede definirse, es la fuerza de nuestro cuerpo: muscular, ósea o neurológica, que nos facilita la salud corporal. La fortaleza emocional trata sobre el manejo adecuado de las emociones, la resiliencia y el optimismo. La fortaleza social se conoce como la habilidad para relacionarse, cooperar o persuadir. La fortaleza cognitiva se refiere a las habilidades mentales, como la facilidad para aprender, procesar información, recordar y resolver problemas. La fortaleza de carácter trata sobre la honestidad, la lealtad y la responsabilidad, entre otras. Finalmente, la fortaleza espiritual —que para mí es el centro de todas las anteriores— es esa fuerza interior que nos permite afrontar los desafíos, mantener la fe y perseverar ante la adversidad, las tentaciones y el sufrimiento, siempre conservando el equilibrio, la armonía y la paz.
Ser fuerte espiritualmente permite mantener la calma ante situaciones difíciles, buscar la mejor solución posible, controlar el miedo ante lo desconocido, respetar los procesos en su debido tiempo y sobrellevar las cargas con optimismo y esperanza. Esta fortaleza nos mantiene equilibrados mental y emocionalmente, y todo a nuestro alrededor comienza a cambiar.
¡Esto es lo que deseo para usted en este 2026!

Carolina Rojas-Gee es la Directora de Marketing y Comunicaciones de la Cámara de Comercio de Greater Palm Bay y trabaja con el Grupo de Redes Multiculturales para fortalecer esta comunidad. Es originaria de Colombia, lo que hace que esta experiencia sea aún más emocionante y relevante.
ENGLISH
Which is more valuable in your life?
Every beginning of the year or change of season invites us to do just that: to make changes that we know we need, but which we sometimes postpone due to other priorities or because perhaps it’s not yet the right time.
One of the characteristics that companies evaluate in the candidates they seek to hire are those skills that complement their knowledge: professional skills. Some of these include leadership, problem-solving, organization, communication, critical thinking, teamwork, time management, and adaptability, among others. These skills determine success in the application of that professional knowledge; without them, the application is partial and the results are limited.
Personal skills can overlap with professional skills, but here I want to focus on a topic I discussed last month: virtues. I mentioned some of them, such as prudence, justice, fortitude, humility, and patience, among others. This month, I want to focus on fortitude.
Fortitude is defined as “the moral capacity to be firm and constant in the pursuit of good in the face of difficulties, overcoming fear and obstacles with resilience, through self-sacrifice.” This virtue contains powerful words!
Who has gone through difficulties and obstacles? Everyone.
Who has felt fear? Everyone.
Who sometimes can’t find a way out of those obstacles? Everyone.
Who wants to solve the difficult situations that arise? Everyone.
Now the question is: what is the component that helps resolve difficulties in a better way? Fortitude.
Fortitude has different manifestations: physical, emotional, social, cognitive, spiritual, or character strength. Physical strength, as can be easily defined, is the strength of our body: muscular, bone, or neurological, which facilitates bodily health. Emotional strength deals with the proper management of emotions, resilience, and optimism. Social strength is known as the ability to relate, cooperate, or persuade. Cognitive strength refers to mental abilities, such as the ease of learning, processing information, remembering, and solving problems. Strength of character is about honesty, loyalty, and responsibility, among other things. Finally, spiritual strength—which for me, is the core of all the others—is that inner force that allows us to face challenges, maintain faith, and persevere in the face of adversity, temptations, and suffering, always preserving balance, harmony, and peace.
Being spiritually strong allows us to remain calm in difficult situations, seek the best possible solution, control our fear of the unknown, respect processes in their own time, and bear our burdens with optimism and hope. This strength keeps us mentally and emotionally balanced, and everything around us begins to change.
This is what I wish for you in 2026!




